Echado en la cama y sudando.
No hay mucho que hacer en casa de
tus padres.
Los negocios abundan; sobran maneras
de enriquecerse,
pero yo yazgo sudado y echado en la
cama.
¿Es decir que los animales viven?
Sería complicado decirme animal,
bestia
o huésped de las ciénagas de
petróleo y bolsa.
Hacer el amor con las muchachas,
luego comer,
beber, bolsas, perder sistemáticamente
el sentido,
y volver, una y otra vez, a lo
mismo, ¿seré acaso animal?
Los cerebros palpitan, solemnes,
ante la luz del caos.
Me cansa hacer.