lunes, 15 de febrero de 2016

EN LO TOCANTE A LOS OJOS, NO HAY MÁS QUE LLUVIA








Echado en la cama y sudando.
No hay mucho que hacer en casa de tus padres.
Los negocios abundan; sobran maneras de enriquecerse,
pero yo yazgo sudado y echado en la cama.
¿Es decir que los animales viven?
Sería complicado decirme animal, bestia
o huésped de las ciénagas de petróleo y bolsa.
Hacer el amor con las muchachas, luego comer,
beber, bolsas, perder sistemáticamente el sentido,
y volver, una y otra vez, a lo mismo, ¿seré acaso animal?
Los cerebros palpitan, solemnes, ante la luz del caos.
Me cansa hacer.




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