sábado, 20 de enero de 2018

EL VIEJO TRUCO DE ALEJARSE/ 4 poemas de María Salgado



A ver si se entiende, pero hoy leí unos poemas que, tuve la sensación, me hablaban de frente. Me interpelaban. Me contaban secretos sin mediaciones. Eran generosos. Sería absurdo caer en la cursilería de decir que me cambiaron la vida, así no lo pienso, es más, creo que los contactos más ínfimos con los poemas ya son de por sí una bendición, por lo que la posibilidad de que un poema te cambie la vida es un despropósito, estar fuera de tiesto. La poesía es para leerla en un permanente suspenso. Estos trofeos y piezas de museo que se convierten ciertos poemas logran nada más que fijar un sentido y matar una obra. Que el poema persista en su incomprensión, ese es su encanto. Los poemas deben ser secretos dichos en voz alta, o no ser nada. Secretos que aún así no se develen. Secretos que no sepan aún hablar.








5

en las comisarías

Me dijo el amigo de la amiga de un travesti,
tenés que ser de piedra. Cada día hay una ceremonia
de un dolor o de un, un insignif cante diente roto.
Salen a la calle los, los asaeteados, perdidos de
la mano de, de la mano de, la mano de dios.
Cada día hay un rito en la carne de un viviente, un vividor,
un donnadie irrenunciable. Hay mujeres en la bala,
gente moviendo su bandera alrededor, alrededor de,
a pesar de, con mucho miedo al, a la, al horno.
Tenés que ser de piedra, ¿entendés?, y lanzarte.



*

artes de la despedida

y se despiden mediante el viejo truco de alejarse
todo a lo largo,
todo su amor al horizonte o a, digamos,
mitre con san martín

ningún pañuelo ondea, no aplaude un taco,
más bien hay mera
merísima dolencia, digamos,
distancia
del punto y su ojo, el ojo y la mirada, la ciudad y lo lejos,
el colectivo, el parque, la baldosa,
la niña con valijas, el empedrado roto,
la luz con sus señuelos, las ganas con la boca
y Buenos Aires obvia (por ya extrañada)

desazón de un idioma según se aleja


*

7
in the mood for

de noche hago un esfuerzo
por no de sa pa re cer
por arreglar mi carne
mi cosa desembarcada del río
latir menos, trepar menos, no conf arle al ritmo mis presagios
ni intuir obscenas calamidades que con gusto abriría
no hay una cama, no hay una cama, es sólo un espejismo en el desierto
latir menos, no subirme a la vocal de la fantasía
ni esperar que una boca me trague
y la Nueve de Julio, ésa sí
es una calle ancha
como para respirar


*

8
in the mood for no

árbol en el hueco de un secreto:
sólo crece si
lo abrasan
secreto:
determinada faringe
sobre determinado pliegue de vocal
voz desde el hueco
del árbol:
no






1 comentario:

  1. Hace unas horas llegué a María S.
    Gracias Sebastián por estos poemas.

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