el
congelador está lleno, por fin
por la
mañana había una mantequilla
a
medias, con un resto plumífero
congelado
y descongelado, un par de veces ya
no puedo
creer la canción que escucho
y soy
como ese pájaro encerrado
en un
invernadero, en una catedral de luz
no
tenemos plata, es como hacer nomadismo
como
deporte extremo, ingeniárselas
ahora el
friser luce unas hojas de betarraga
y unos
sostenes de achicorias,
morrones cromáticos
y no
puedo creer la canción que escucho
la Ne ha
ido a la feria;
yo ando con psique
sin
cuerpo ni órganos
tantos
porros que me fumo
diarios,
en el comedor
de
diario donde, también, escribo
y los
pájaros lloran por sus nidos
han
cortado y botado la madera
otro
depa más se vendió en verde
un
pelícano trina en el alfeizar
de mi
ventana
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