viernes, 9 de junio de 2017

PROSA DEL ESPECTADOR DE CONFERENCIAS #3









Quienes se jactan de su localismo son precisamente aquellos quienes ven fuera de su país el ejemplo de lo por venir. El cuello en alto, ignorando lo que pisan y cagan, rebullendo ese concepto tan manido del color local; cómo decirlo.

Este socio, por ejemplo, ve en Mariátegui un ejemplo de localismo, y eso que el hombre es peruano. ¿Quién lo entiende?

De paso te critica por ver en Homero (el griego, se entiende) a un compañero.

La equivocación cambia de traje.

No es localismo.


Borges (de nuevo Borges, qué más da) señala, con una síntesis admirable, un ejemplo respecto al tema: en el Corán, el libro árabe por excelencia, no figuran por ninguna parte los camellos




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