6
El señor
Applebaum pasaba de vuelta, cargando el maletín con herramientas, por el frente
de la habitación de Sylvia. La puerta estaba cerrada. Lacónica. Cómo es que
esta chica no escucha nada de lo que ocurre a su alrededor, pensó. Y siguió
andando hasta la mojada habitación de su hijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario