La sombra del espanto
corroe el salón. Y el humus.
El
Hombre
medita estrellas
en forma de labios—
en argumentos—
para besarla
eternamente
y de cándido.
El Hombre hace negras
ofrendas, arroja rosas
en sincopes de pies
musicales al son
del toro corneado…
…al son del toro corneado…
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